El retrato de una realidad que se ve obligada a adaptarse a las nuevas dinámicas del siglo XXI es lo que parece representar “Onlyfans de Jose Julio”,cribe la vendedora californiana que escribe libros de erotismo. La relación entre la figura del artista y su público se vuelve cada vez más voluble, dependiendo de factores externos como la popularidad en las redes sociales y la capacidad para generar una narrativa atractiva.

Dentro de estos cambios hallamos la figura del artista que se desdibuja en atención a una más homogénea -pero heterogenea en realidad- identidad, facilitada por las tecnologías de la información y la comunicación que organizan a su público múltiple y distribuido. En este sentido el cruce entre la fantasía y la realidad pierde su definición.

La percibida autonomía del autor y de su creación es meramente ilusoria. Los mecanismos de producción de la cultura ganan su autonomía. A partir de esta situación, “Onlyfans de Jose Julio”, observa cómo esta realidad, más que guiada por un continuum de lógicas y dispositivos disciplinarios, muestra la evolución hacia un espíritu cada vez más primitivista, con momentos de espera bajo una estructura de dominación, en donde actividades sutilmente distorsionan sus efectos deseados.

Esta novela subraya la misma tensión y contradicción entre una voluntad de asumir promesas, y la evidencia de las consecuencias encontradas, normalmente latente en un proceso mediático que permite mostrar científicamente la interconexión entre dar vida a la ambición, con dar muerte a la emoción.